En Sídney, un caso de invasión a la privacidad ha conmocionado a la comunidad local: Luis Alberto Cancino Mena, chileno de 39 años, admitió haber instalado una cámara espía con forma de lápiz en el baño de una residencia compartida, grabando sin consentimiento a tres mujeres. Su sentencia será dictada el próximo 8 de julio.
El dispositivo fue descubierto por el propietario del inmueble tras la mudanza de los inquilinos, lo que dio inicio a una investigación policial. Durante las diligencias, las autoridades hallaron en el computador personal de Cancino una carpeta con múltiples videos grabados sin consentimiento.
Ante el tribunal, una de las víctimas narró el impacto emocional del delito "me sentí violada, asustada, confundida. No podía creer que alguien pudiera hacer algo así". Cancino enfrenta cargos por registrar intencionalmente imágenes íntimas sin consentimiento, en lo que ha sido catalogado como un acto premeditado.
Aunque el imputado permanece en libertad bajo fianza y con su visa temporal cerca de expirar.