Desde hace cuatro años la comunidad indígena de Cucuter, de San Pedro de Atacama, se ha puesto el desafío de realzar el Bosque de Tamarugos, con el objetivo de preservar el lugar, fomentar el turismo, la conservación de la flora y fauna, y la generación de productos que puedan obtener de la propia especie arbórea.
Este proyecto cuenta con la colaboración de la Sociedad Química y Minera de Chile (SQM), y es parte de un trabajo en conjunto con la comunidad, permitiendo que se abarque alrededor de 44,4 hectáreas intervenidas a la fecha.
Edwin Erazo, perteneciente a la comunidad indígena del Ayllu de Cucuter, asesor del área de administración y encargado del proyecto, explicó que “empezamos con la idea de proteger, conservar y darle un valor agregado al bosque de tamarugo es por esto que se empieza con la poda, el raleo y por consecuencia con la elaboración de productos que puedan salir de estos árboles, para ser ocupados en proyectos internos relacionados con turismo comunitario, venta de leña, mientras que el resto de plantas y ramas fueron ocupadas en la creación de un perímetro para el resguardo del lugar”.
Adicionalmente, Erazo destacó el trabajo con SQM afirmando que “el apoyo es fundamental porque todos los que cohabitamos un territorio determinado, tenemos la responsabilidad de proteger el territorio, proteger su biodiversidad y, sobre todo, proteger estos ecosistemas tan frágiles actualmente”.
Estas acciones tienen directa relación con el plan de sostenibilidad que posee la compañía en torno a sus tres ejes de acción, los cuales instan a asumir constantemente nuevos desafíos y compromisos, alineados con las aspiraciones de las comunidades aledañas.
Javier Silva, Gerente de Sostenibilidad y Asuntos Comunitarios de SQM Salar, comentó que “la necesidad nace del territorio. Nosotros a través de las mesas y a través de los relacionamientos, logramos escuchar, entender y apoyar lo que la comunidad necesite para llevar a cabo este sueño que, de alguna manera, tuvieron en este bosque”.
El esfuerzo conjunto de la comunidad ha garantizado la preservación de las especies arbóreas y la seguridad integral del área, a pesar de los desafíos surgidos por el aumento de la basura y las prácticas de quema que en el pasado provocaron amenazas de incendios en la región. En la actualidad, estas situaciones están bajo control y se han mejorado significativamente, beneficiando a toda la comunidad indígena del ayllu de Cúcuter.