Los controles que realiza Carabineros en puntos estratégicos de la región permitió la incautación de 716 kilos de marihuana, en dos procedimientos distintos desarrollados durante las últimas horas, bajo dirección del Ministerio Público.
El primero de ellos se inicia con la intercepción de un cargamento compuesto por 133 kilos de droga, el cual fue ingresado ilegalmente a Chile en un sector próximo al salar de Ascotán, en la comuna de Ollagüe, para ser entregado a distribuidores ubicados en Calama.
Como parte de la pesquisa, se logró la detención de dos ciudadanos venezolanos y un colombiano, que corresponden tanto al transportista como a los destinatarios de la droga, en cuyo poder se encontró, además, dinero en efectivo y documentación falsificada.
Casi en paralelo, personal de la OS7 Antofagasta que realizaba patrullajes preventivos por rutas interiores de la región detectó en una quebrada otros 583 kilos de marihuana en sacos que estaban cubiertos con una malla color ocre.
Tras el hallazgo, el Ministerio Público de inmediato instruyó una serie de diligencias para dar con los responsables de la internación, las cuales al momento se mantienen activas, pero sin detenidos.
AMENAZA
El Fiscal Regional de Antofagasta, Juan Castro Bekios, destacó que estas nuevas incautaciones confirman que el tráfico de drogas en esta región es una amenaza constante.
“Esto tiene que ver con la ya conocida situación geográfica de nuestra región, donde tenemos un proveedor de drogas, que es Bolivia, que se está dedicando de manera bastante fuerte al cultivo de marihuana, y eso dice relación también con las pautas de consumo que tiene nuestro país en relación a esta droga”, sostuvo.
Castro Bekios señaló que, con estas nuevas incautaciones, el total de drogas recuperado este año en la región asciende ya a 25,4 toneladas, y si se consideran los últimos dos años, la cantidad se dispara a 52 toneladas, cifras que consideró “históricas”.
Por su parte, el jefe de la zona Antofagasta de Carabineros, general Cristian Montre Soto, dijo que las organizaciones criminales están empleando distintos modus operandi en esta región, intentando evitar los controles policiales que cada vez son más intensos.
Una de estas modalidades, manifestó el general, es el acopio de drogas en el desierto, como ha quedado de manifiesto con varios hallazgos realizados las últimas semanas.