Un estremecedor antecedente surgió en la investigación por la desaparición de la activista mapuche Julia Chuñil, quien lleva casi un año sin ser encontrada en la comuna de Máfil, Región de Los Ríos.
La abogada querellante del caso, Karina Riquelme, reveló la existencia de una interceptación telefónica en la que un sospechoso habría afirmado que a la dirigenta medioambiental “la quemaron”. La mujer, de 72 años, desapareció en noviembre de 2024 junto a su perro “Cholito”, cuando salió a buscar ganado, y desde entonces su familia ha impulsado una intensa campaña denunciando posibles responsabilidades de empresarios con quienes mantenía conflictos.
De acuerdo con Riquelme, la conversación atribuida al empresario Juan Carlos Morstadt se registró en una escucha telefónica del Ministerio Público. En ella, el hombre habría comentado a su padre que sabía que Chuñil fue quemada. La abogada criticó que, pese a estar este antecedente dentro de los registros de la Fiscalía, “no se ha hecho absolutamente nada” para esclarecerlo, lo que aumenta la frustración de la familia de la dirigenta.
El nombre de Morstadt no es ajeno a la indagatoria: se trata del dueño del terreno donde Chuñil fue vista por última vez y la persona a la que la familia ha señalado como principal sospechoso desde el inicio. Según los querellantes, su vínculo con la activista estuvo marcado por un “conflicto previo y sostenido”, lo que lo convierte en un “sujeto de interés prioritario” en la causa.
Tras conocerse este hallazgo, el hijo de la activista, Pablo San Martín Chuñil, expresó el dolor que atraviesa su familia. “Es terrible para nosotros. Yo creo que a ninguna persona le gustaría saber que a su mamá se la quemaron. Por eso es que no la encontramos y a lo mejor no la vamos a encontrar”, lamentó, añadiendo que lo único claro ahora es la necesidad de dar con los culpables para obtener justicia.