Nacido en la histórica Oficina Salitrera María Elena, el Dr. Vera completó su enseñanza básica en esta localidad. Posteriormente, se trasladó a Antofagasta para cursar la enseñanza media en el Liceo de Hombres. Más tarde, finalizó sus estudios de Medicina en la Pontificia Universidad Católica de Chile, consolidando una trayectoria profesional que ha dejado una huella imborrable en la comunidad.
Aunque de niño soñaba con ser garzón, el destino lo llevó a convertirse en médico cirujano, especializándose en anestesiología y pediatría. Su filosofía de vida se basa en tres pilares fundamentales: Labor, Trabajo y Acción, valores que, según él, son esenciales para la interacción social en todos los ámbitos.
“Estoy profundamente orgulloso de lo que soy. Agradezco a todas y todos los que han formado parte de mi vida: mis padres, familiares, las instituciones donde he trabajado y, especialmente, a mi señora María Inés Cena Quezada, con quien he compartido este camino de vida”, expresó el Dr. Vera con emoción.
El médico destaca la importancia de mantenerse motivado y creativo en su labor diaria:
“Me siento un afortunado. Nunca he dejado de ilusionarme ni de buscar la creatividad día a día para alcanzar mis metas. Eso ha sido clave para atender y comprender a tantas generaciones de niños y niñas de la región”, añadió.
Uno de los momentos que más atesora en su carrera ocurrió mientras trabajaba en el área de urgencias del antiguo Hospital Regional, donde hoy se encuentra el HCUA. En una ocasión, atendió a un menor con graves complicaciones respiratorias. Gracias a su formación como anestesiólogo, su vasta experiencia y el apoyo del equipo de salud, lograron salvarle la vida, un episodio que refleja su compromiso y profesionalismo.
El impacto de la pandemia en la salud infantil
El Dr. Vera también reflexiona sobre los cambios significativos que trajo consigo la pandemia de COVID-19, particularmente en el ámbito de la salud mental:
“La pandemia psicológica es la más relevante. Todas las personas quedaron con algún grado de afectación emocional, ya sea leve o severa, lo que repercute directamente en los padres y, por ende, en sus hijos. Lo mismo ocurre con los adolescentes”, comentó.
Asimismo, subrayó el aumento de enfermedades respiratorias en las consultas durante este período, destacando la importancia de generar confianza en los padres:
“El desafío es explicarles claramente los pasos a seguir para una recuperación satisfactoria, transmitiéndoles tranquilidad en todo momento”, señaló.
Un ejemplo de compromiso y dedicación
La trayectoria del Dr. Luis Vera es un reflejo del compromiso y la responsabilidad del Hospital Clínico de la Universidad de Antofagasta en su misión de entregar atención de calidad a la comunidad. Su experiencia, dedicación y profundo amor por la medicina continúan marcando la diferencia en la salud infantil de la región.