Con un seminario dictado por la profesional Consuelo Karevich, fundadora de Alma Disciplina Positiva, se celebró el Día de los/las Educadores de Párvulos, en el Auditorio Horacio Meléndez de la Universidad de Antofagasta. Esta iniciativa cobra especial relevancia al abordar la importancia de una educación innovadora y emocional, elementos claves para la formación integral de las futuras profesionales de la casa de estudios.
“Hoy celebramos y conmemoramos un aniversario más de la Educación Parvularia en Chile, la cual es fundamental para sostener el sistema educativo. Las y los educadores Parvularios cumplen un rol imperativo en la formación de niños y niñas del país, enfrentando desafíos agraviantes como la educación socioemocional, las necesidades educativas especiales y la diversidad. Es por ello, que este seminario es esencial, ya que, se enfoca en estos puntos”, explicó el decano de la Facultad de Educación, Dr. Pablo Camus.
Por otro lado, Liliana Pizarro Pizarro, secretaria de Docencia y Perfeccionamiento de la Facultad de Educación, añadió que “actualmente contamos con un gran número de educadoras, tutoras y guías que acompañan a nuestros estudiantes. El Día de la Educación Parvularia resalta la importancia de este rol en la formación de niñas y niños”. Asimismo, destacó que la carrera de Pedagogía en Educación Parvularia Mención Necesidades Educativas Especiales, con 56 años de experiencia, se ha consolidado tanto a nivel regional como nacional, transformando y enriqueciendo la formación.
Educación emocional
Según, Consuelo Karevich, fundadora de Alma Disciplina Positiva, quien efectuó el seminario centrado en la educación emocional, “es imperativo ser conscientes de que somos transformadoras de vida, tenemos en nuestras manos la posibilidad de orientar a los más pequeños en un camino de bienestar, desarrollo y crecimiento, conectándonos con sus necesidades”, indico la profesional.
De igual manera, hizo énfasis en la inclusión en la etapa temprana de un niño, denominándolo como “un factor que no es tema para ellos”, ya que, a medida que crecen, comienzan a permearse con su entorno, empezando a diferenciarse unos de otros. “Deberíamos mantener la idea, de que en la infancia aceptemos al otro, tal y como es, priorizando en que al final todos somos diferentes, todos tenemos nuestras características personales y nos hacen ser lo maravilloso que somos”, agregó.
La educadora o educador de párvulos cumple un rol fundamental en la sociedad, posicionándose como referentes de orientación en los procesos de aprendizaje de niños y niñas. Estos pueden desempeñarse en instituciones estatales o privadas, como: Secretarías Ministeriales de Educación, corporaciones municipales, Junta Nacional de Jardines Infantiles, Jardines Vecinales, Centros de Atención a Niños Deficitarios, Consultorías de Salud e Instituciones particulares. Puede impartir docencia en Universidades e Institutos, y entregar asesoría, además de ejercer libremente esta profesión.